
Le Lion es el culmen de la sencillez, y demuestra lo gloriosamente compleja y embriagadora que puede llegar a ser una nota tan humilde como el ládano. Chanel se adentró en un territorio desconocido para la marca con este perfume, que no podría estar más alejado de su estilo habitual, y sin embargo ha conseguido una obra maestra absoluta. Es el todo y el fin de los perfumes de ládano. El ládano es una goma resinosa que rezuma libremente de la parte inferior de las ramas del Cistus Ladaniferus. Saber esto ayuda mucho a visualizar lo que se huele aquí, ya que es intensamente espeso, resinoso y ñoño. El olor cálido, oscuro, dulce y sensual potencia las intensas facetas balsámicas de esta poderosa nota, suavizada y alisada con toques de vainilla y sándalo. Esta es sin duda mi fragancia de ládano favorita de todos los tiempos. Es tan cálido y acogedor y, sin embargo, persiste con esta brutal faceta balsámica oscura que es increíblemente implacable si es un olor que no te gusta. Es, con diferencia, una de las mejores fragancias que ha creado Chanel, y con un legado como el suyo, eso ya es mucho decir.
Shalimar al cuadrado. Como si Shalimar no fuera ya lo suficientemente exquisito, Chanel hace Guerlinade tan bien, si no un poco mejor que Guerlain. ¡Lucha, lucha, lucha! El león devora a los de Grand Soir (que es genial pero menos genial), y luego se sienta casualmente lamiéndose las patas. Delicioso.
¡¡¡Esto no es agradable!!! Muy maduro, viejo, vintage, olor animal.🤢🤢. Big nono from me dawg